Su corazón ya ni aguantaba mas de amor, como el sol al salir de la montaña. Caminaba con la mirada pérdida, hay donde la mano de su madre lo habia dejado, miraba al atardecer, esperando que llegaran por él, asi caminaba aquel niño de la mirada pérdida, se sentaba en el medidor a ver la tarde irse, a ver caer las estrellas sobre su pena, sus recuerdos, sus sentimientos, lo acompañaban, su rostro aunque alegre, se fue volviendo cada vez mas serio, a medida que el tiempo pasaba, a medida que las estaciones pasaban, su mirada podia llegar mas allá del horizonte, donde ya no importaba tanto, porque hay heridas que nunca se curan.
Corria con el viento, volaba con los pajaros, escuchaba a su perro, caminaba por el camino donde su abuelo lo llevaba, rezaba, siempre penso que las buenas acciones traian consigo el abrazo de un angel, tambien esperaba que aquel viejo auto pasara a las 6 PM como el pasado en un segundo, nunca pudo dar un abrazo pues no sabia hacerlo, aunque el queria hacerlo, nunca le habian dicho en que consistia el cariño, el no lo sabia, aunque nunca le falto.
El cielo se funde con sus ojos ya de adulto al atardecer, el aun esta perdido, el aun espera mirando las estrellas caer, su voz crecio como las olas al saludar la orilla, su piel se endurecio como el ladrido atento, su mano esta sola como el silencio, y las estrellas aun caen y caen y llegan a sus ojos, sin consuelo, como una sola nota de piano.
Seca tus lagrimas.
Siempre supo que cuando los lobos vinieran por él, estaría solo, solo como siempre su corazón se ha sentido.
Seca tus lagrimas.
